¿Sabías que andar por la playa o llevar sandalias puede provocarte una lesión en la fascia del pie? En este artículo te explicamos cómo evitar la famosa fascitis plantar y sus síntomas más comunes para que disfrutes del verano sin preocupaciones.
Qué es la fascitis plantar y causas
La fascia plantar es una banda de tejido elástico situada en la planta del pie, que va desde el talón hasta la zona metatarsal, debajo de los dedos. Su función principal es la de amortiguar el impacto que se produce al caminar, pero cuando esta estructura recibe demasiada tensión, se inflama y se conoce como fascitis plantar.
Aunque la fascitis plantar es una lesión muy frecuente en la población deportista y en personas de más de 45 años que no practican deporte, en verano suelen aumentar los casos: “Con las chanclas o sandalias planas, los dedos están en constante tensión para no perder el calzado en cada pisada, y esa sobrecarga constante de la fascia reduce su elasticidad, provocando rigidez y consecuentemente, generando una inflamación.” Así lo señala Luis García López, coordinador del equipo de Fisioterapia y Osteopatía de iQtra Medicina Avanzada en una entrevista para Infosalus.
También, se originan casos de inflamación de la fascia durante la época estival al realizar largos paseos por la orilla de la playa porque la superficie es irregular y al caminar descalzos por ella, toda la musculatura se ve obligada a realizar un esfuerzo mayor para mantener la estabilidad del cuerpo principalmente en la articulación del tobillo.
Otros factores de riesgo son la obesidad, el uso de tacones altos y la anatomía del pie ya que, en el último caso, un pie plano o un arco plantar alto pueden afectar la manera en que el peso se distribuye al caminar y al estar de pie.
Síntomas de la fascitis plantar
El principal síntoma de la fascitis plantar es sentir un dolor punzante en la zona interna del talón: las molestias suelen ser más intensas en los primeros pasos al levantarnos porque la fascia se acorta durante el reposo de la noche y al caminar, aplica más fuerza.
En el caso de los deportistas, en las fases iniciales de la fascitis, el dolor aparece por la mañana y después de hacer deporte, no durante el ejercicio. Si entrenas con frecuencia, ten en cuenta este primer síntoma para tomar medidas antes de que la lesión se agudice.
Cómo prevenir la fascitis plantar
- Elige un buen calzado de verano: especialistas en Podología Deportiva y Biomecánica de iQtra Medicina Avanzada consideran que los zapatos más apropiados “tienen que aportar sujeción al pie y tener la máxima amortiguación en la suela”, y evitar que su diseño sea “excesivamente irregular y que obligue a cambiar la pisada”. Añaden que las chanclas o las sandalias no están diseñadas para caminar largas distancias y su uso debe ser limitado y alternarse con otros tipos de calzado.
- Trabaja la movilidad de tus músculos y articulaciones: es importante que el tobillo, el gemelo y el tendón de Aquiles estén flexibles para prevenir la fascitis plantar. Para ello, realiza ejercicios de estiramiento del pie y de la pantorrilla, sobre todo, antes de entrenar.
- Realiza un automasaje en los pies: tras el ejercicio, masajea la planta y los dedos del pie para favorecer la circulación sanguínea y aplícate frío local después de correr o caminar. Puedes acelerar su recuperación con ayuda de un gel efecto frío como Bonflex Ice Gel.
- Escoge las zapatillas de running adecuadas: si eres deportista, deberás tener en cuenta tu tipo de pisada, tu peso y el terreno por donde entrenas para escoger un buen calzado deportivo y evitar complicaciones.
Tratamiento de la lesión en la fascia del pie
El tratamiento habitual para la fascitis plantar combina la medicación antiinflamatoria con diferentes tratamientos de fisioterapia para disminuir la inflamación en la fase aguda.
En un segundo nivel, es recomendable realizar un correcto estudio biomecánico de la marcha para valorar si la causa de la fascitis está relacionada con la forma de la pisada. Si éste fuera el motivo, el especialista te diseñará unas plantillas personalizadas que permitan destensar la fascia y corregir la postura.
Para evitar la recaída, es importante que adoptes hábitos de estiramientos y ser consciente del uso de un calzado apropiado tanto para el día a día como para la actividad deportiva.
Revisado por: Ana Mª Calero Ubieta, Farmacéutica Col. 21022