Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de la bursitis, pero no sabes muy bien qué es, ni conoces sus causas ni nada lo que tenga que ver con este problema. Pues bien, sigue leyendo por que en este post te contamos todo lo que debes saber de la bursitis.
¿Qué es la bursitis?
No todo el mundo sabe qué es la bursitis. Por eso, te lo vamos a explicar brevemente. La bursitis es una inflamación dolorosa de la bursa o bolsa sinovial, y suele aparecer en las zonas de rozadura de los huesos, tendones o músculos.
Las zonas más comunes donde la bursitis comienza su aparición son: hombros, caderas, codos, pelvis, dedos los pies y talones.
Síntomas de la bursitis
Te contamos cómo se presentan algunos síntomas de la bursitis:
- No poder realizar movimientos de nuestro día a día.
- Signos de inflamación locales.
- Rigidez y dolor de articulaciones.
Pero también se puede observar coloración rojiza en la zona, dolor ante la palpación y la movilización de la zona, limitación de la movilidad o infección de la bolsa sinovial.
Tipos de bursitis
Existen dos tipos de bursitis: la bursitis aguda y la bursitis crónica. Pero también hay otra forma de clasificar esta enfermedad según su localización: bursitis de hombro, bursitis de cadera, bursitis de rodilla, bursitis de codo y bursitis de muñeca.
- Bursitis aguda: la articulación afectada adquiere un color rojizo y tiene una temperatura superior al resto del cuerpo. Es dolorosa, aparecen de forma brusca y suele ser causa de una infección o gota.
- Bursitis crónica: se trata de una bursitis aguda que no se ha resuelto adecuadamente o de repetidos episodios de bursitis aguda. Aparece hinchazón y dolor y disminuye el movimiento habitual, provocando una atrofia muscular y debilidad motora.
Causas de la Bursitis
Las causas de las bursitis más frecuentes son consecuencia de movimientos repetidos o cuando mantenemos presionados las bolsas sinoviales de una articulación. Por ejemplo, cuando nos arrodillamos o nos apoyamos durante un largo periodo en los codos.
Además, otras de las causas pueden ser enfermedades como la gota o artritis reumatoide, algunas infecciones o traumatismos.
¿Cómo se trata la bursitis?
Lo primero que debemos saber para poder tratarla es conocer su localización. El tratamiento de bursitis suele ser la toma de antiinflamatorios orales. Y se recomiendan tres medidas: aplicación de reposo, de hielo y la elevación.
A diferencia de otro tipo de lesiones traumatológicas, en la bursitis no debe aplicarse compresión o presión sobre la articulación afectada.
En algunos casos, se procederá a la aspiración del líquido mediante artrocentesis o incluso a la inyección de tratamiento con corticoides y anestésicos (infiltraciones).
¿Cómo evitar la bursitis?
Si no sabes cómo evitar la bursitis te vamos a dar algunos consejos que puedes aplicar en tu día a día que te ayudarán a prevenir esta enfermedad:
- Calentar y empezar progresivamente cuando se va a realizar algún deporte o esfuerzo.
- Conciencia de la postura y mantenerla de manera adecuada cuando se realizan determinadas actividades.
- Evitar comportamientos compulsivos como imponerse metas estrictas.
- Debemos escuchar nuestro cuerpo. Si se siente dolor, debemos revisar la postura en la que nos encontramos o detener la actividad que estamos haciendo para no aumentar el dolor. Debemos saber siempre qué origina nuestro dolor.
- No someter al cuerpo a un estrés innecesario.
- Usa almohadillas como protección en las zonas problemáticas sobre las que vayas a realizar una presión mantenida.
- No permanezcas de rodillas mucho tiempo.
- Cuida tu calzado.
- No te excedas en la práctica de algunos deportes.
- Sigue fielmente el tratamiento médico.
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Revisado por: Ana Mª Calero Ubieta, Farmacéutica Col. 21022
